La ANPA del CEIP Castro de Ouro denuncia "la falta de interés real por parte de la administración en las dificultades educativas"
Después de semanas de movilizaciones y presión por parte de las familias, los niños del CEIP Plurilingüe Castro de Ouro volvieron a las aulas por responsabilidad de los padres. Sin embargo, este regreso se produjo bajo la amenaza de expedientes de absentismo, “una medida que la administración empleó para debilitar la lucha de las familias, en lugar de buscar soluciones reales a los problemas educativos que afectan al centro”, indican las familias.
El que resulta aún más "preocupante e indignante" para las familias fue el sucedido el pasado miércoles, cuando las familias decidieron que sus hijos volvieran a las aulas. La inspectora de educación, que lleva el control de este colegio, visitó el centro con una única y clara intención: contar el número de niños presentes en las aulas.
“Este hecho los parecen denigrante y una auténtica falta de respeto a las familias”, indican desde la ANPA y añaden, “en vez de acudir para dialogar o para evaluar las necesidades educativas del centro, que llevan más de un mes siendo ignoradas, se limitó a verificar si las familias habían enviado sus hijos al colegio”, sin preocuparse por los verdaderos problemas, “una razón mas para afirmar que para la Xunta nuestros filles y hijas son simples números”, concluyen.
Las familias denuncian que “no solo no se reunió con la dirección del centro, sino que también evitó cualquier contacto con la orientativa”, que ese día estaba en el colegio, y, lo que resulta aún más grave, no quiso hablar con las familias, “ni siquiera hubo un aviso de su visita”, subrayan.
Este comportamiento demuestra "la falta de interés real por parte de la administración en las dificultades educativas que llevan semanas siendo denunciadas". Las peticiones de la ANPA son claras y sostenidas, “exigimos la incorporación inmediata de una especialista en Pedagogía Terapéutica (PT) para atender adecuadamente al alumnado con necesidades educativas especiales”.
Además, “pedimos que se realice una evaluación de las necesidades del centro por parte de la administración, de manera transparente y colaborativa”, y que se establezcan los recursos necesarios para garantizar una educación de calidad para todos los alumnos y alumnas.
Para las familias, resulta "increíble que, tras todo este tiempo de solicitudes para que alguien de la Xunta había acudido al centro a evaluar la situación, especialmente las necesidades de los niños con atención educativa especial, la única respuesta de la administración sea mandar a una inspectora cuya única función fue a verificar si los niños habían acudido al colegio. No les importa el bienestar de los niños, solo quieren controlar y coartar nuestro derecho a protestar”.
Las familias del del CEIP Plurilingüe Castro de Ouro están profundamente indignadas por esta cuestión, y “el comportamiento de la Xunta no hace más que reafirmar nuestra determinación de continuar con la lucha”, indican. El que las familias reclaman es un compromiso serio con la educación de sus hijos y hijas, “no visitas inútiles que no acercan ninguna solución a los problemas que estamos sufriendo”.
Las familias del CEIP Castro de Ouro no dejarán de luchar hasta que se cubran las necesidades del centro. En ese sentido, reiteran su apoyo a la Plataforma Gallega en Defensa de la Enseñanza Pública y anuncian su participación en la manifestación en Santiago de Compostela, con salida de la Alameda, donde harán "visible, una vez mas, nuestro rechazo al abandono de la educación pública en el rural, exigiendo una educación digna y de calidad para todos los niños y niñas".