Alfoz: Ruta de la Pena Abaladoira

La Ruta de la Pena Abaladoira ofrece historia, arte y naturaleza por partes iguales, permitiendo a los caminantes disfrutar de la riqueza artístico-cultural de la villa y de un paisaje dominadada por las parroquias, las tierras de labor o los muros de piedra. Constituye la muestra perfecta de la sincronía entre los alfocenses y la naturaleza. El recorrido comienza en el Castro de Ouro, verdadero emblema del ayuntamiento de Alfoz, que tuvo su origen en un asentamiento castreño. De esta construcción, solo se conserva las estructuras exteriores de la torre homenaje de la primitiva fortaleza, ya que alrededor del siglo IX una familia de la meseta, apoyada por la monarquía asturiana, funda el monasterio familiar en el siglo XI bajo poderlo de la diócesis de San Martiño de Mondoñedo que lo fortifica.

La ruta también pasa por el Pazo de Carrocide, joya de la ingeniería civil del barroco gallego local que data de diciembre de 1686 y conserva dos portalones de entrada en forma de arco de medio punto, y también por el Pazo de Rizal, maravilloso ejemplo de la arquitectura local adaptada al medio natural. Fecha del XVIII y está compuesto por uno único núcleo central de planta rectangular, con dos plantas, realizada en buena cantería. En la fachada principal presenta una hermosa balconada de hierro forjado.

El conjunto se completa por la parte posterior de un muro de perfecta cantería sobre lo que reposan cuatro escudos de armas y también hay un portalón adintelado con el escudo de armas de la familia e inscripción relativa a su linaje: Vega, Varela, Partierra y Marrube. Lleva al viajero por dos parajes naturales como son la sierra del Xistral y la Cascada del Escouridal, para terminar en una joya megalítica como es la Piedra Abaladoira.

El destino final de este es esta mágica pena, empleada desde tiempos inmemoriales con fines mágicos y religiosos, ligados a la fertilidad, y también para decidir la culpabilidad de los acusados en los juicios. Se trata de un gran óvalo granítico que funciona como ejemplo del que es la piedra de abalar, aquellas que, situadas en equilibrio, se podían mover a través de un cierto impulso. En general, es un camino que invita a recorrer la práctica totalidad de la extensión municipal de Alfoz. Todo el recorrido, excepto lo tramo de acceso de la carretera a la Pena, discurre por carreteras asfaltadas.