Vecinos de O Vicedo expresan su malestar por la saturación turística y la falta de civismo
Como todos los veranos, la masiva llegada de visitantes a O Vicedo genera problemas que afectan la calidad de vida de los vecinos. “Es imposible hacer la vida cotidiana con tantas autocaravanas aparcando donde les da la gana, incluso casi dentro de las casas, especialmente en la playa del Porto”, comenta un residente. Otro añade: “No hay zona habilitada para ellas y eso provoca caos e inseguridad”.
La movilidad en las calles se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza. “No hay aparcamiento, aparcan donde sea sin importar las normas. Es la ley del oeste, primero hacen y luego preguntan”, asegura una vecina. “Intentamos que el Ayuntamiento haga algo, ya lo llevamos al pleno, pero seguimos igual, parece que no les importa”, lamenta un hombre.
La falta de respeto y civismo también se nota en las interacciones diarias. “Escuchamos comentarios despectivos a las dependientas del supermercado, como ‘quién se le ocurre cerrar un lunes, que era festivo local’”, explica otra vecina. “Y no solo aquí, en Viveiro también lo comentan, sabiendo que veníamos de vacaciones y no hay el tabaco que queríamos”, cuenta uno de los residentes.
“No estamos en contra del turismo, que venga gente a nuestro pueblo, pero no pueden imponer sus normas y actitudes. Aquí se vivía de otra manera, y eso hay que respetarlo”, manifiesta con rotundidad una mujer mayor. “Nosotros tenemos más educación que mucha gente que nos visita”, apunta otro vecino preocupado.
En definitiva, los residentes coinciden en que “pagamos justos por pecadores”, pero aseguran que “esto ya parece una ciudad sin ley, y está generando malestar y preocupación en la población”.