Tensión política en Ribadeo por el tono de Daniel Vega y con el BNG marcando perfil propio en el pleno

El último pleno celebrado en el Ayuntamiento de Ribadeo dejó un ambiente cargado de tensión política y de contraste entre formas y propuestas. El BNG denunció la actitud del alcalde, Daniel Vega, al que acusan de recurrir a “invenciones y faltas de respeto” como respuesta a la creciente dificultad de gestionar sin remanentes municipales. “Está claro que la falta de ahorros y su mala gestión le están pasando factura, y por eso recurre a la mentira y al ataque contra la oposición”, señalaron desde la bancada nacionalista.
Aun así, el Bloque mostró disposición a apoyar iniciativas que considera positivas. Así lo hizo, por ejemplo, en la moción para reclamar un nuevo acceso desde la A-8 a Ribadeo, a la que añadió una propuesta propia para mejorar la seguridad en el puente de los Santos, con la renovación de la barandilla y de los elementos de protección, así como con la mejora del firme de la autovía. También respaldó la renovación de la tubería de abastecimiento de agua, una infraestructura clave que requiere de la colaboración de la Diputación de Lugo.
El BNG destacó su preocupación por la gestión económica del ejecutivo local, acusando a Vega de haber “despilfarrado los ahorros de los últimos años” y de escudarse en argumentos falsos, como la imposibilidad de usar remanentes, cuando “el verdadero problema es que ya no existen”.
Uno de los puntos centrales del pleno fue la situación de la planta de Alcoa en San Cibrao. La iniciativa presentada por el BNG, que instaba al Gobierno del Estado a pactar con el comité de empresa medidas concretas para garantizar el futuro de la factoría y del empleo, fue aprobada por unanimidad. Para los nacionalistas, el acuerdo evidencia “la importancia de poner el foco en el sector industrial y de exigir hechos y no solo palabras” ante la crisis que atraviesa la compañía.
Por su parte, el gobierno municipal puso el acento en la mejora de las infraestructuras. El alcalde recordó el convenio con la Xunta para el arreglo de la carretera de Rinlo, las gestiones para la renovación de la red de abastecimiento de agua o las obras ya en marcha en los pabellones de la calle Alfredo Deaño y de Cubelas. Además, reclamó a la Diputación su colaboración para financiar el 50% de estos proyectos, incluido el nuevo campo de hierba artificial que demanda el crecimiento del fútbol base.
El pleno, según destacó Daniel Vega, fue “positivo y centrado en la gestión”, pero para el BNG puso de manifiesto dos realidades: su capacidad de proponer y lograr consensos en asuntos clave, y la creciente crispación política que atribuyen al regidor popular.