Carmina Burana

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30 Nov 2024

Por Rebeca Maseda

La semana pasada asistí al concierto inaugural de la temporada 2024/25 de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en el Teatro de la Maestranza y fue una velada musical memorable. La cita comenzó con la Sinfonía nº 39 de W. A. Mozart y, tras una breve pausa, Carmina Burana junto al Orfeón Donostiarra y unos solistas de primer nivel.

Desde la explosión de la primera nota, seguida por un multitudinario y profundo coro enigmático, esta obra es una de las composiciones clásicas más populares y reconocibles del siglo XX. Carl Orff la estrenó el 8 de junio de 1937 en la Ópera de Frankfurt, y de paso, visibilizó los textos goliardos de los siglos XII y XIII en los que se inspira. Es una pieza que despierta un torrente de emociones de todo tipo, tan potente y pegadiza que eclipsó el resto de la obra del compositor alemán.

El origen de todo esto estaría en la infancia de Carl Orff, un compositor cuyas obras suelen estar inspiradas en textos literarios. Desde niño concibió la música como una representación escénica que cautivara a su público. Adaptaba piezas para marionetas y las representaba ante su familia. Aunque estudió piano, siempre se inclinó más por la composición. Sus biógrafos recuerdan que sus primeras influencias fueron Richard Strauss, luego llegó la poesía alemana, vivió la Primera Guerra Mundial donde fue herido, regresó a Múnich a continuar sus estudios musicales, y para entonces, Ígor Stravinsky y su vanguardista "La consagración de la primavera" ya era una influencia universal que cambiaría la música.

En 1934, Orff lee una de las ediciones de Carmina Burana que comenzó a editarse en 1847. El origen de la obra data de 1250, aproximadamente, cuando estos cantos fueron agrupados en un códice en la abadía benedictina de Bura, Alemania. Allí fueron encontrados en 1803 por el barón Johann Christoph von Aretin, y en 1847 un bibliotecario decidió editarlos.

Carmina Burana es una especie de “one-hit wonder” para Carl Orff, cuya creación musical es mucho más. ¿Por qué ocurrió esto? ¿Qué tiene Carmina Burana para gustar tanto a la gente? ¿Cómo es que lo divino y lo pagano conviven con tal armonía en esa música? La penetración de esta pieza en el gusto popular “es consecuencia de su poder de sugerencia lúdica”, explica Rafael Argullol. El narrador, poeta, ensayista y profesor de Estética, añade que “es un ejemplo muy señalado de interpretación moderna de un tema tradicional en el que se conserva el espíritu original”. Argullol resalta que Orff “supó trasladar a nuestra época el sello dionisíaco”, música que invoca los instintos más primarios.

Carmina Burana es la primera parte de la trilogía Trionfi que completan Catuli Carmina y Trionfo de Afrodita. Carl Orff eligió 24 textos de los más de 300 que tiene el Códice original. Con ellos creó una pieza musical y escénica que consta de 5 partes: Introducción con *Fortuna Imperatrix Mundi*, A la primavera, En la taberna, Cortejo de amor y Final con *Blanziflor y Helena*.

Ante el éxito irresistible de la obra, Torrelledó recuerda una respuesta que dio Carl Orff a la pregunta de su editor de Schott Music: “¿Podría deshacerse de todo lo que escribí hasta ahora y que, lamentablemente, publicó usted? ¡Con Carmina Burana comienza el catálogo de mis obras!”

En la difusión de la obra contribuyó mucho la cultura popular al incluirse en películas como *Excalibur*, *El exorcista*, *Asesinos natos*, *La caza del Octubre Rojo*, *La hija del general* y *Tiempos de gloria*. En el campo de la música contemporánea, grandes estrellas como Michael Jackson, The Doors y Nana Mouskouri incluyeron en sus producciones fragmentos, sobre todo sus dos grandes pilares, el inicial y el final, protagonizados por el coro de la Fortuna.

Amigos y amigas, sin duda estamos hablando de una obra de audición obligada, ¡y si puede ser en vivo, mejor que mejor!

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