Por Nuestro Faro denuncia la prórroga “opaca” de la concesión de la isla Pancha

La asociación vecinal Por Nuestro Faro ha denunciado públicamente la reciente prórroga de la concesión de la isla Pancha, aprobada sin previo aviso y sin responder a las reiteradas peticiones de información enviadas a la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao. La noticia, que saltó a los medios coincidiendo con el Ribadeo Indiano, confirma la continuidad de la explotación privada del emblemático faro durante cinco años más, en condiciones que la entidad considera "irregulares" y "opacas".
Desde la asociación recuerdan que esta no es la primera vez que la isla queda fuera del acceso público. En 2015, Xunta, Concello y Autoridad Portuaria presentaron conjuntamente un proyecto para cerrar el recinto y destinarlo a uso hostelero. Según denuncian, la concesión inicial fue tramitada sin concurso público mediante una adjudicación directa a Eirobra, la empresa promotora, cuya gestión fue reprobada en dos ocasiones mediante la bandera negra otorgada por Ecologistas en Acción.
El colectivo asegura que durante esta década la falta de información oficial y la opacidad institucional impidieron cualquier protesta efectiva. Como ejemplo, señalan la licencia de la cafetería, concedida sin publicidad durante el confinamiento, o el acceso restringido a la isla, que no se permitió hasta la apertura del negocio hostelero. Aunque el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia reconoció en 2022 el derecho de la ciudadanía a acceder a la isla, esta ilegalidad se prolongó institucionalmente durante siete años.
Por Nuestro Faro critica que a día de hoy el espacio sigue sin un plan de protección ambiental, incumpliendo la normativa vigente sobre zonas ZEC e ignorando los informes del Defensor del Pueblo, que recomienda paralizar cualquier actividad hasta contar con los estudios ambientales preceptivos. En palabras del colectivo, “la prórroga de la concesión confirma el desinterés de las instituciones frente a la defensa del patrimonio natural y el derecho a la participación ciudadana”.
Para la asociación, el mantenimiento de un acceso limitado, supeditado a los horarios de una empresa privada, “no resuelve la situación ni garantiza la protección de la isla Pancha”, un enclave que sigue desprotegido y “en una irregularidad institucional asumida y consentida desde hace una década”.
