Motoclub A Cadeira: gasolina, amistad y mucho corazón

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Óscar Freitas Macedo está al frente de este club de reciente creación
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18 Jun 2025

Por Ana Somoza

Un grupo de aficionados a las motos transforma su pasión en un proyecto colectivo que crece sobre ruedas y valores compartidos

La pasión por las motos, cuando es verdadera, suele ir mucho más allá del simple placer de conducir. Es una forma de vida, una comunidad, una manera de entender la amistad e incluso una herramienta de dinamización social. Eso fue lo que pusieron en marcha en agosto de 2024 un grupo de amigos y amigas de Trabada, cuando decidieron crear el Motoclub A Cadeira. “Todo nació de una amistad fuerte y de la ilusión común por montar en moto. Queríamos hacer algo juntos, salir, organizar cosas, compartir kilómetros… y dimos el paso de constituir el club”, explican desde la entidad.

La primera chispa se encendió el 10 de agosto del año pasado, cuando formalizaron su creación como motoclub, pero la historia venía gestándose mucho antes. “Llevábamos tiempo haciendo salidas y reuniéndonos. La idea fue cogiendo fuerza y al final decidimos que había que ponerle nombre y forma”. A Cadeira, en homenaje a uno de los paisajes naturales más reconocidos de A Mariña, se convirtió en símbolo de una nueva travesía.

El espíritu que los guía es sencillo y rotundo: amistad, compañerismo y respeto. No hay normas rígidas ni exigencias, más allá de la buena voluntad de compartir. “Aquí no importa qué moto tengas, ni la edad. Lo que cuenta es tener ganas de pasarlo bien y hacer piña”, insisten. Esa apertura ha convertido el club en un espacio intergeneracional, donde conviven miembros muy jóvenes con veteranos de las dos ruedas, gente que apenas lleva unos meses conduciendo y otras personas con miles de kilómetros a sus espaldas.

En el garaje simbólico de A Cadeira hay de todo: motos deportivas, naked, trail, customs y algunas joyas clásicas. “Hay mucha variedad, pero eso es lo bonito. Cada moto tiene su carácter, como quien la lleva”, explican. Lo importante no es la cilindrada, sino el vínculo, ese sentimiento compartido que hace del motociclismo una filosofía de vida.

A lo largo del año, el club organiza diversas actividades que van más allá de las salidas en grupo. Participan en encuentros de otros clubes, visitan eventos culturales y colaboran activamente en la vida social de Trabada. “Estuvimos en el mercado de Navidad, en la cabalgata de Reyes, ayudamos en otras fiestas… Siempre que se puede, nos sumamos”, explican. Esa implicación social hace que sean vistos con simpatía por el vecindario, incluso entre quienes no montan en moto. “Hay curiosidad, y sobre todo reconocimiento porque se hace todo con mucho respeto y buscando integrar”, aseguran.

Su filosofía es clara: sumar, compartir, disfrutar. “Queremos que la gente vea que esto no es solo ruido y motos. Es compañerismo, es trabajo colectivo, es buen ambiente”. Ese mensaje va calando y despertando interés entre nuevas personas que se acercan con intención de unirse. La recomendación para quien duda es clara: “Que se animen. Aquí no hay presiones. Solo hay buen ambiente y ganas de pasarlo bien”.

El vínculo con otros motoclubs es otro de los pilares del proyecto. “Tenemos muy buena relación con clubes de A Mariña, de Asturias, de muchos sitios. Intentamos ir a todos los encuentros que podemos. Siempre se aprende, siempre se conoce gente nueva”, destacan. Esas redes son también canales para compartir experiencias e impulsar nuevas ideas.

Pero si hay una idea que les hace especial ilusión es la de consolidar un evento propio, una gran concentración motera que se convierta en un referente en la zona. “Es un sueño que tenemos desde el inicio: hacer una gran fiesta, que atraiga gente de toda Galicia e incluso de fuera, y que sirva para poner a Trabada en el mapa mototurístico”, cuentan con entusiasmo. Ese sueño empezará a materializarse este mismo año, con la primera edición ya en marcha.

La idea de la concentración surgió, como tantas otras cosas, en las propias salidas en grupo. “Íbamos hablando, comentando que estaría bien montar algo así… y el destino hizo lo suyo. Nos juntamos las personas adecuadas en el momento justo y nos pusimos manos a la obra”. La primera edición será toda una declaración de intenciones.

Está previsto un programa amplio y pensado para todos los públicos: ruta motera, música en directo, comida, sorteos, premios y mucha fiesta. “Queremos que sea una celebración para todo el mundo, no solo para moteros. Que la gente de Trabada también disfrute, que vea el ambiente y participe”, explican. La filosofía es hacer del evento un puente entre la afición por las motos y el tejido social del municipio.

Por eso también pensaron en las comodidades: habrá zona de comida y bebida, espacio para acampada y servicios para que quienes vengan puedan quedarse sin preocupaciones. La acogida está siendo buena y ya han recibido mensajes de clubes interesados en asistir. “Estamos difundiendo por redes y por los contactos de otros clubes. Hay mucho interés y eso nos anima”.

El objetivo, si todo va bien, es que esta primera edición sea solo el comienzo. “Queremos que se convierta en una cita anual, un evento fijo del calendario motero gallego. Si hay respuesta y vemos que funciona, vamos a por todas”, aseguran. Ilusión no les falta, tampoco voluntad de seguir creciendo con humildad y constancia.

De hecho, cuando les preguntan cómo se imaginan el club dentro de cinco o diez años, no dudan: “Queremos seguir con el mismo espíritu, crecer sin perder lo que nos hace especiales: la amistad, el buen ambiente y la pasión por las motos. Si conseguimos eso, ya será un éxito”. Para ellos, la moto es mucho más que un medio de transporte. Es libertad, es identidad, es terapia. “Es una manera de desconectar, de sentirte vivo, de compartir momentos únicos. Para muchos de nosotros, la moto es parte de lo que somos”.

En el horizonte de A Cadeira hay muchos sueños por cumplir, muchos kilómetros por delante y mucha gente por conocer. Pero también hay una certeza: la carretera que comenzaron a trazar en agosto de 2024 ya no tiene marcha atrás. Y todo indica que será larga, vibrante y llena de curvas hermosas.

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