Mondoñedo: Ruta de la Fraga Vella

Mondoñedo invita a descubrir la Ruta de la Fraga Vella, un recorrido circular que atraviesa caminos y pistas de tierra de la ZEC Sierra del Xistral, un espacio protegido por su extraordinaria biodiversidad y su alto valor ecológico. Esta ruta parte de las inmediaciones de las Peñas da Merenda, muy cerca del cementerio de Estelo, y ofrece una inmersión total en uno de los parajes naturales más auténticos de Galicia.
El sendero discurre por una extensa zona montañosa apenas humanizada, donde la presencia de pequeñas aldeas es escasa y el ganado —especialmente caballos y vacas— pasta en libertad. A medida que avanzamos, nos adentramos en paisajes de gran belleza, en los que se alternan bosques de robles, pinos, acebos y abedules, creando un mosaico natural de alto interés ambiental.
Uno de los principales atractivos de esta ruta son las turberas, ecosistemas húmedos que han acumulado durante siglos grandes cantidades de materia orgánica en forma de turba. Estas zonas, únicas en la Península Ibérica, son hábitats prioritarios para la Red Natura 2000. Gracias a su singularidad, en las turberas del Xistral encontramos especies extraordinarias como la orvalleña (Drosera rotundifolia), una pequeña planta insectívora que se alimenta de insectos para compensar la falta de nutrientes del suelo.
Pero la riqueza botánica no acaba ahí. A lo largo del recorrido también pueden encontrarse especies de flora amenazada como la árnica (Arnica montana) o los marteliños (Pedicularis sylvatica), así como extensas colonias de musgos que cubren el suelo formando verdaderos tapices naturales.

En cuanto a fauna, la Sierra del Xistral es hogar de especies muy singulares. El lagarto de turbera (Zootoca vivipara) alcanza aquí el extremo suroccidental de su área de distribución, lo que convierte esta zona en un espacio vital para su conservación. A estas especies se suma la presencia del lobo ibérico, que mantiene en esta sierra una de sus poblaciones más estables y significativas de Galicia.
Los bosques de acebos también desempeñan un papel destacado, al proporcionar alimento y refugio a numerosas aves y pequeños mamíferos, especialmente en los meses de invierno. Además, el Xistral es un auténtico paraíso para los lepidópteros, albergando mariposas como la señorita de los humedales y otras especies endémicas de las zonas altas.
Esta ruta permite disfrutar de una experiencia donde el silencio solo se ve interrumpido por los sonidos de la naturaleza: el murmullo del viento entre los pinos, el canto de las aves o el susurro de los arroyos que cruzan el monte.
A lo largo del camino también pueden contemplarse elementos de etnografía tradicional, como cercados para ciervos y pequeñas construcciones de piedra que atestiguan la relación secular entre el ser humano y la naturaleza en esta comarca.
Una oportunidad perfecta para conectar con el entorno, descubrir los valores de un ecosistema único y disfrutar de un paisaje que, a pesar del paso del tiempo, conserva intacta su esencia más salvaje.
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