La Xunta incrementa un 65 % la inversión en la industria de cultivos marinos

La industria de cultivos marinos se consolida como un pilar clave en la economía gallega, según destacó el consejero del Mar, Alfonso Vilares. En apoyo a este sector, la Administración autonómica destinará el próximo año 18 millones de euros, un incremento del 65 % con respecto a los dos últimos ejercicios.
Este esfuerzo, subrayó el consejero, refleja el compromiso del Gobierno gallego por impulsar la acuicultura, un sector que en Galicia cuenta con 2.600 empresas y emplea a más de 5.600 personas. En 2023, la acuicultura gallega alcanzó una facturación de 232,7 millones de euros, la cifra más alta de los últimos catorce años.
Dentro de las 190.400 toneladas de producción registradas, el mejillón ocupa un papel destacado, representando el 93,5 % del total. Este bivalvo alcanzó en el pasado ejercicio un valor cercano a los 120 millones de euros, marcando un récord con la mejor cotización histórica de 0,7 €/kg.
Además, los peces también experimentaron un crecimiento significativo, con aumentos de más del 4,7 % en la producción y más del 8 % en la facturación. Entre ellos, el rodaballo sobresale como especie emblemática, con una producción de 9.600 toneladas. Galicia se mantiene como la única comunidad de España que produce este pez, que se exporta a mercados internacionales como Francia, Italia y Alemania.
El consejero Vilares resaltó el valor socioeconómico de la acuicultura en Galicia, abogando por su compatibilidad con el resto de los sectores de la cadena mar-industria. Además, destacó la necesidad de seguir impulsando la investigación, subrayando el trabajo del Centro de Investigaciones Marinas (CIMA), dependiente de la Xunta, para avanzar en la internacionalización y la protección medioambiental.
Vilares incidió en la importancia de la acuicultura como una solución sostenible que permite consumir alimentos nutritivos sin sobreexplotar los mares, los ríos ni la superficie terrestre. El objetivo, concluyó, es adaptarse a los retos del mercado y las tendencias alimentarias globales, manteniendo un equilibrio entre sostenibilidad y competitividad.