La voz de los alcaldes: Rubén García Feije, alcalde de Trabada
Explíquenos un poco cómo se inició en la política y cómo se vinculó a su partido.
Fue a raíz de una llamada de la anterior alcaldesa, Mayra. Es cierto que en aquel momento yo no mostraba demasiado interés por la política, pero a partir de ahí comencé a descubrir un mundo completamente nuevo para mí.
¿Cómo dio el salto o recibió el impulso para ser alcalde?
Pues en la etapa de Mayra yo era concejal de Deportes y Salud. Debido a los cambios surgidos tras las anteriores elecciones autonómicas se produjeron reestructuraciones, y de ahí vino la situación en la que me encuentro ahora.
A nivel personal, ¿qué sacrificios supone formar parte del Gobierno municipal?
Dedicarle las 24 horas del día, los 365 días del año. Es decir, estar siempre alerta ante cualquier emergencia que pueda surgir. Aunque también es cierto que es necesario tener muy organizado el día a día.
¿Y beneficios?
Lo primero fue descubrir la política local, y la verdad es que me gusta. Siempre me gustó trabajar de cara al público y tener trato directo con la gente. También esa sensación tan reconfortante que sientes cuando ayudas a un vecino; y no hablo de grandes actuaciones, sino de los pequeños detalles. Poder echar una mano y que la gente siga avanzando en su día a día es muy gratificante.
¿Cuáles son sus objetivos a nivel político?
La verdad es que no lo pienso demasiado. Estoy muy centrado en Trabada, toda mi vida personal y profesional está aquí. Mi objetivo es seguir trabajando para la vecindad, continuar ejecutando distintos programas a corto y largo plazo. No pienso más allá. No soy de esas personas que le dan muchas vueltas a lo que pueda venir mañana; soy más de disfrutar el día a día, aunque evidentemente haya que planificar el trabajo. Pero no me obsesiono con lo que pueda venir en el futuro.
¿Y cómo afronta el Gobierno de cara a la próxima legislatura?
Con muchas ganas e ilusión. Soy una persona que actúa y se mueve por las motivaciones, y por suerte realizo un trabajo que me gusta. Tengo en mente continuar con los proyectos que ya están en marcha. En el ámbito social, como la rehabilitación de escuelas para aumentar su número en el municipio. Y en el día a día, no quiero presentar grandes proyectos, sino mantener una atención directa con los vecinos. Que un vecino pueda venir, hablar conmigo y que yo pueda encontrarle una solución, darle un consejo o asesorarlo de la mejor manera posible.
¿Está a favor de los pactos para conformar un Gobierno estable?
De momento no me ha tocado vivirlo. Pero creo que siempre hay que mirar por el bien de la vecindad. En el hipotético caso de que me toque, habría que sentarse, hablar y negociar. En cualquier ámbito de la vida hay que dialogar con tranquilidad y calma. Y, como digo, siempre pensando en el fin último, que en este caso debe ser beneficiar a los vecinos del municipio que representamos.
¿Cuáles son las principales líneas de su programa?
En el ámbito social, seguiremos protegiendo a los colectivos más vulnerables y apoyando a las familias que puedan asentarse en el futuro en nuestro Concello. Creo que puede resumirse en: mirar más allá de las grandes obras e infraestructuras y centrarse en las personas.
¿Cuáles considera que son las principales necesidades de su concello?
Por suerte o por desgracia, somos uno de tantos municipios pequeños, por lo que tenemos que luchar contra la despoblación. Por eso desarrollamos programas en esta línea, como la rehabilitación de antiguas escuelas para convertirlas en viviendas. También esperamos que en los próximos meses quede resuelto el problema de las telecomunicaciones con la instalación de fibra óptica y la mejora de la cobertura móvil.
¿De qué proyectos se siente más orgulloso?
En cuanto a obras y mejoras en infraestructuras, el proyecto del que me siento más orgulloso es la construcción del Centro Social en la ría de Abres, que por fin pudo llevarse a cabo después de tantos años. Y le tengo especial cariño porque era la única parroquia que no disponía de un local para los vecinos.
También estoy muy orgulloso del programa de alquiler social de las antiguas escuelas. Me hace especial ilusión, sobre todo por el valor sentimental que tienen: fueron las escuelas donde estudiaron generaciones pasadas, como nuestros padres o abuelos. Conseguir rehabilitarlas y ponerlas a disposición en alquiler social supone una enorme satisfacción.
¿Qué le gustaría que los vecinos viesen en usted como alcalde?
Creo que lo que más destacan es que soy una persona cercana. La gente entra en el Ayuntamiento y mi puerta siempre está abierta; siempre pueden hablar conmigo o llamarme, porque yo soy un vecino más. Intento tratar a todos como me gustaría que me tratasen a mí.
¿Cómo es su relación con la oposición?
Siempre digo que cualquier persona y cualquier vecino de Trabada puede hablar conmigo, y trato de atender todas las demandas. Lo hago también con los miembros de la oposición. Siempre que quieran, aquí estoy para escucharlos.
También es cierto que no están aportando nada positivo, al menos en estos casi dos años que llevo en la Alcaldía. No están sumando en nada para nuestro concello; al contrario, a veces parece que intentan ponernos trabas en el trabajo diario.
EN CLAVE PERSOAL
- Edad, estado civil y familiar
35 años, casado, con dos hijos, un niño y una niña. - Profesión y formación
Autónomo emprendedor; cuando terminé el instituto me centré en el mundo del deporte. - ¿Y si no fueras alcalde, qué te gustaría ser?
Seguiría siendo autónomo emprendedor, porque antes de la Alcaldía ya tenía mis propios negocios. - ¿Qué quería ser de mayor?
Futbolista. Siempre me gustó mucho el deporte. - ¿Qué haces para desconectar?
Juego al fútbol sala en el equipo local, soy aficionado a las motos y una de mis grandes fuentes de desconexión son mis hijos. - Una virtud y un defecto.
Diría que mi virtud es que siempre actúo de buena fe, empatizando mucho con la gente. Y como defecto, que cuando me centro en una tarea tengo que terminarla sí o sí y cuanto antes. - Un consejo para compartir.
La vida es muy corta y hay que disfrutarla tal como se presenta, afrontando los problemas lo mejor que podamos. - Un libro.
No soy muy aficionado, pero me apetece leer a Ken Follett, porque mi madre es muy seguidora de este autor. - Una película.
Lo imposible, de Juan Antonio Bayona. - Un grupo de música.
Linkin Park y Siloé. - Una afición.
El deporte en general, porque es bueno para el cuerpo y para la mente. - Un lugar que visitar.
Aquí en Trabada, las Fragas da Becerreira y las de Villapena. Y después, Islandia. - Una comida y una bebida.
El caldo gallego que hace mi madre, y el zumo de naranja natural. - Un personaje admirado.
Mi abuelo. Porque fue un luchador desde el punto de vista político. - Una posesión preciada.
Una camiseta del actual equipo de fútbol sala que nos regalaron a nuestra familia, en homenaje a dos jugadores que fallecieron y que habían jugado en el equipo anterior, uno de ellos mi hermano. - Un deseo.
A nivel familiar, mucha salud; y para Trabada, seguir resistiendo y creciendo. - Algo para olvidar.
Nada, porque las cosas pasan por algo. - ¿Qué es lo que más valora en una persona?
La sinceridad. - ¿Cómo equilibras la vida pública y la privada?
Sí, ambas. Tanto a nivel personal como profesional. Me gusta estar informado de la actualidad. - ¿Usas redes sociales y Whatsapp?
Solo Whatsapp. - Un desafío pendiente.
Viajar mucho más, conocer el mundo, sus costumbres y sus culturas. - ¿Dónde te ves en cinco años?
En Trabada. Y si todo va bien, trabajando para mis vecinos.