La Ruta del Azúmara, un camino hasta Castro de Rei

La Ruta del Azúmara es un recorrido lineal que invita a descubrir uno de los paisajes más hermosos y singulares de la Terra Chá. Se recomienda comenzar la caminata en el Museo Arqueológico del Castro de Viladonga, no solo porque facilita el trazado, sino también porque permite al visitante adentrarse previamente en la historia y en la vida de los poblados castreños, fundamentales para comprender la evolución de la cultura gallega.
Abierta y señalizada desde junio de 1998, la ruta inicia su trayecto entre zonas de monte y suaves pendientes que conducen hasta el Cordal. Desde allí, el sendero desciende acompañando el curso del río Azúmara, auténtica columna vertebral de este itinerario. El caminante encontrará en el trayecto viejos molinos, pequeñas pasarelas y otras muestras de la arquitectura popular que hablan de un pasado ligado al agua y al aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. La vegetación autóctona, formada por bosques de alisos y abedules, proporciona sombra y frescura durante buena parte del camino.
Uno de los puntos más destacados es el Lugar de Monelos, donde se conserva un conjunto arquitectónico de gran valor: el Pazo de Fontexón, la vivienda anexa y un molino minuciosamente restaurado que ejemplifican la tradición civil y agrícola de la zona. A pocos metros, merece una visita la iglesia de San Xoán de Azúmara, muestra del patrimonio religioso que salpica este territorio.

El sendero conduce también hasta una de las huellas más singulares de la historia reciente: la antigua mina de arsénico. A mediados del siglo XX, esta explotación representó un complemento económico para los habitantes locales. En la actualidad todavía se puede contemplar su boca de acceso y un largo canal que llevaba agua al interior, testimonio de un tiempo en el que la actividad minera dejó una fuerte impronta en el entorno.
Siguiendo el tranquilo discurrir del río, la ruta va ofreciendo panorámicas espectaculares sobre la llanura chairega, mezclando naturaleza, historia y patrimonio. El itinerario finaliza en el área recreativa situada a la entrada de la villa de Castro de Rei, un espacio acondicionado para el descanso, con zona verde e infraestructuras básicas que invitan a hacer una pausa tras la caminata.
En definitiva, la Ruta del Azúmara es una propuesta perfecta para quienes busquen combinar ejercicio físico con un acercamiento al patrimonio cultural y natural de la Terra Chá. A lo largo del recorrido, el visitante podrá disfrutar de la calma del río, conocer elementos históricos y descubrir cómo el paso del tiempo fue moldeando un paisaje lleno de matices. Es un sendero pensado tanto para los amantes de la naturaleza como para quienes deseen adentrarse en la identidad y en la memoria viva de Castro de Rei.