La oposición habla: O Valadouro
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Por Ana Somoza
La política local en O Valadouro se caracteriza por un intenso trabajo de control y propuestas de la oposición, con un objetivo común: mejorar la vida de la ciudadanía. Las voces de María Xosé Barreira, del PSOE, y Eduardo Chao, del BNG, permiten comprender las dinámicas de la corporación y el papel fundamental de la oposición en el desarrollo del municipio. La otra concejala y exalcaldesa, María José Fernández Díaz, de UDIVAL, no quiso participar en este reportaje. Así, O Valadouro cuenta con 9 concejales: cuatro del PP, dos del PSOE, dos del BNG y una de UDIVAL.
María Xosé Barreira inició su camino político en O Valadouro en 1995, permaneciendo en la oposición hasta 2007. Ahora, tras regresar a la corporación en 2023, reafirma su compromiso con una oposición activa y constructiva. “El papel de la oposición en cualquier ayuntamiento debe ser el de control al grupo de gobierno y, en mi opinión, el de ser un canal de comunicación de los vecinos y sus necesidades”, asegura. Su postura se centra en garantizar la continuidad de proyectos importantes para el municipio, incluso aquellos iniciados por gobiernos anteriores. Entre ellos, destaca proyectos como el saneamiento de Mansian, la captación de Coutomil, la mejora de caminos municipales o la puesta en valor de rutas como la Fraga das Lerias y la Casa das Neves.
Por otro lado, Eduardo Chao, que comenzó en la política local en 2012 y está vinculado al BNG desde 1993, considera que la oposición debe ser “constructiva, defendiendo siempre los intereses de los vecinos”. Para Chao, una de las claves de su labor es aportar ideas y trabajar para conseguir subvenciones de otras administraciones, algo que ve fundamental para mejorar la calidad de vida en O Valadouro. Entre sus prioridades, señala la creación de suelo industrial, la promoción de viviendas de protección oficial y la rehabilitación de viviendas en mal estado como medidas para luchar contra la despoblación y ofrecer mejores servicios a la ciudadanía.
Ambos políticos coinciden en que formar parte de la oposición supone tanto sacrificios como recompensas. Barreira destaca el reto que implica compaginar la vida política con la personal y laboral. “La implicación requiere mucho tiempo que quitas de tu vida personal, de tu familia y amistades, incluso de tu trabajo”, asegura. Por su parte, Chao ve su labor como una satisfacción personal, afirmando que “no es un sacrificio porque me gusta hacer cosas por O Valadouro, aunque se pierde tiempo para estar con la familia”. Ambos reconocen que “los beneficios son la satisfacción de cuando se consiguen las propuestas que se realizan”.
En cuanto a las relaciones con el equipo de gobierno, ambos políticos ofrecen perspectivas diferentes. Barreira considera que, aunque la mayoría de las actuaciones actuales son continuidad de proyectos ya iniciados, “ya no solo por el equipo de gobierno del que formé parte, sino por la legislatura anterior de Edmundo Maseda”, la oposición debe estar dispuesta a apoyar las iniciativas que sean beneficiosas para el municipio. “Alejandro y yo ya lo dijimos en la investidura, que estaríamos del lado del gobierno para apoyar las actuaciones que consideremos buenas para O Valadouro y sus vecinos”, explica. Mientras tanto, Chao lamenta la falta de comunicación con el gobierno actual, afirmando que “las relaciones son inexistentes; no nos llaman ni para cambios de fechas de las sesiones plenarias”.
Los pactos y coaliciones también son un punto clave en el debate político de O Valadouro. Barreira reflexiona sobre la experiencia del tripartito, señalando que “el pacto fue como fue, con muchas concesiones por parte del PSOE, la renuncia de Edmundo Maseda y la cesión de la Alcaldía a la lista menos votada”, señala. “Cuando entras estás totalmente a ciegas, pues todo es nuevo y comienzas a ver cómo van las cosas a partir de los 9 meses”. “La perspectiva cambia una vez llevas un tiempo, y sobre todo vimos cómo se gestiona el ayuntamiento y valoramos mucho más el trabajo que tuvo que hacer en esta última legislatura Edmundo Maseda”, añade la socialista. “Los pactos son una fórmula democrática que funciona, pero los acuerdos basados en expectativas personales frívolas no tienen futuro”, advierte.
Por su parte, Chao defiende los pactos como una parte esencial de la democracia. “¿Qué sería de la democracia si no se llegaran a pactos entre los representantes públicos?”, reflexiona Chao, quien añade que “los que firman los pactos deben tener un compromiso serio y respetar lo acordado”.
Sus líneas de trabajo futuras reflejan un fuerte compromiso con el bienestar de la ciudadanía y la mejora del municipio. Barreira insiste en la importancia de afrontar el reto de la despoblación rural, destacando que el abandono de las aldeas puede ocasionar una disminución en los servicios esenciales. Además, apuesta por la continuidad de medidas como el aumento y mejora del SAF, la apertura del Centro de Día y la dinamización de las asociaciones locales. Por su parte, Chao centra sus objetivos en ofrecer mejores servicios, fomentar el empleo local y avanzar en el cuidado de mayores y niños. “La creación de suelo industrial y la promoción de viviendas accesibles son fundamentales para revertir la pérdida de población”, asegura.
A pesar de las diferencias políticas, tanto Barreira como Chao comparten la visión de que la política local debe basarse en la honestidad, en la planificación y en el trabajo colectivo. “No dispongo de tiempo ni de carácter para una carrera política, pero solo aspiro a mejorar la vida de las personas, vivan donde vivan”, concluye Barreira. Por su parte, Chao añade que su compromiso con O Valadouro continuará “mientras vea que puedo ser útil para los intereses del pueblo”.
En resumen, la oposición en O Valadouro, representada en esta ocasión por voces del PSOE y del BNG, ejerce una función imprescindible para garantizar un gobierno equilibrado y orientado a las necesidades de la ciudadanía. Desde diferentes perspectivas, ambos partidos trabajan por un objetivo común: hacer de O Valadouro un lugar más próspero, sostenible y habitable para todas las personas.