Xuventude Chilindrina: La fuerza de la juventud que mantiene vivo el espíritu de la fiesta de Celeiro

Por Ana Somoza.
En Celeiro, una villa profundamente marinera del municipio de Viveiro, la celebración de las fiestas patronales de julio es uno de los momentos más esperados por toda la vecindad. Este año, esa ilusión tiene un nuevo nombre: la Asociación Xuventude Chilindrina, un grupo de chicos y chicas que han decidido tomar las riendas de una tradición centenaria con la energía y el entusiasmo de quienes sienten que sus raíces están profundamente ancladas en el territorio. “Decidimos dar el paso cuando vimos que faltaban cuatro meses para las fiestas y aún no había comisión”, explican desde el colectivo. Así nació, en abril de 2024, la idea que hoy ya es una realidad consolidada.
El impulso inicial surgió del vacío organizativo, pero pronto se convirtió en un compromiso profundamente emocional. “Contactamos con la antigua comisión y nos explicaron cómo funcionaba todo. A partir de ahí, nos pusimos manos a la obra”, recuerdan, rememorando aquellos primeros días como una sucesión de aprendizajes y esperanzas. La falta de experiencia no fue un impedimento. Al contrario: “Trabajamos con ilusión y esfuerzo. Sabíamos que, si nos organizábamos bien, podíamos lograrlo”.
FINANCIACIÓN. Uno de los pilares fundamentales de la asociación es el trabajo constante durante todo el año para recaudar fondos. “Organizamos una churrascada popular, la fiesta de Fin de Año en la Casa do Forno, vendemos rifas y lotería... todo lo que sirva para conseguir dinero y preparar unas fiestas como se merece un pueblo como Celeiro”, explican. No se trata solo de organizar unos días de celebración, sino de tejer comunidad a través de la cultura popular.
La responsabilidad asumida por este grupo de jóvenes, de entre 22 y 30 años, no pasa desapercibida para sus vecinos. “Para nosotros es increíble que todo un pueblo confíe en seis personas tan jóvenes. Nos sentimos muy agradecidos cuando nos paran por la calle para felicitarnos”, reconocen emocionados. Celeiro es un lugar con una larga historia festiva y, como ellos mismos dicen, “las fiestas siempre fueron una seña de identidad, igual que San Roque, San Xoán de Covas o la Romería de Naseiro”. La organización de las fiestas patronales es un trabajo que comienza casi sin descanso. “Empezamos a preparar la siguiente edición nada más terminar la anterior. De hecho, ya tenemos cerradas las orquestas para 2026”, confiesan, mostrando una planificación meticulosa. A partir de abril o mayo, la carga administrativa se intensifica: “Hay que tramitar permisos, gestionar papeleo, hablar con patrocinadores... Es la parte más pesada, pero también necesaria”.
COLABORACIONES. El apoyo vecinal y de las entidades locales es esencial para sacar el proyecto adelante. “Contamos con el respaldo del Puerto de Celeiro, de la Cofradía de Pescadores y de toda la flota pesquera. Los comercios se portan genial con nosotros y desde el año pasado también colabora la organización del Resurrection Fest”, destacan. Sin embargo, la relación con el Ayuntamiento no es tan fluida como les gustaría: “Pedimos ayuda con el coste de la luz, porque es un gasto muy elevado que antes asumía el Concello y ahora nos toca pagar a nosotros. Por el momento, solo han aparecido fondos para otras fiestas”.
TRADICIÓN. Uno de los momentos más emotivos de las fiestas es, sin duda, la bajada de la Virgen del Carmen al puerto y la posterior procesión marítima. “Somos un pueblo marinero. Los que tenemos familia en el mar le pedimos mucho a la Virgen que los proteja. Para nosotros, ese momento es sagrado”, explican con emoción. El año pasado, debido a la lluvia, tuvieron que posponer la bajada, pero eso no le restó emoción al acto. Este año, la emoción se multiplica: se celebra el 75 aniversario de la procesión marítima, una fecha muy especial que han querido homenajear recuperando un símbolo del pasado. “Queremos restaurar un pequeño barco verde que acompañaba a la Virgen en los primeros años y que, tras la restauración de la imagen, nunca volvió. Para nosotros representa parte de la historia del pueblo y queremos devolverlo a su lugar”, explican con orgullo.
La recuperación de otras tradiciones también está presente este 2025. “Este año volvemos a celebrar la fiesta de la cerveza y de la empanada, que el año pasado no pudimos organizar. Ahora que tenemos más experiencia y tiempo, quisimos recuperar ese evento para dar más vida a la programación”, cuentan. Estas iniciativas buscan crear espacios de encuentro intergeneracional y reforzar los vínculos entre los habitantes. La participación vecinal, según destacan, es mayoritariamente positiva. “Siempre hay quien no aporta nada y luego protesta por todo, pero eso pasa en todos lados”, dicen entre risas. Lo que más los anima es ver a otras generaciones jóvenes implicarse: “Nos ven a nosotros organizando estas fiestas y se les nota con ganas de formar parte. Eso nos da esperanza para el futuro”. El camino, por supuesto, no está exento de dificultades. “El papeleo cada vez es más complicado, y el tema económico es durísimo. Reunir todo lo que cuesta esto no es nada fácil”, reconocen. Aun así, no pierden el entusiasmo. “Sabemos que cada minuto que le dedicamos a esto vale la pena”.
FUTURO. Cuando se les pregunta qué mensaje enviarían a la juventud que quiera implicarse en la vida cultural de su pueblo, la respuesta es contundente: “Que sigan adelante, que no dejen que nadie les diga que no pueden. Si algún día os toca organizar las fiestas, echadle valor. El no ya lo tenéis, así que no perdéis nada por intentarlo”. Xuventude Chilindrina representa una nueva forma de entender el asociacionismo y el compromiso con el territorio. No solo organizan fiestas: mantienen vivo un legado colectivo, actualizándolo con respeto, creatividad y pasión. “Nuestro sueño es que las fiestas de Celeiro sigan en lo más alto, y estamos trabajando cada día para eso”, concluyen, dejando claro que el futuro de las tradiciones está en buenas manos.