Familias de A Mariña denuncian el abandono de la Atención Temprana

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Las familias alertan de listas de espera, falta de personal y abandono institucional en el servicio comarcal de Burela, que atiende a ocho municipios de A Mariña
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16 Jun 2025

Por Ana Somoza

La unidad comarcal de Atención Temprana de Burela, que da servicio a ocho municipios —Burela, Ribadeo, Foz, O Valadouro, Cervo, Xove, Viveiro y O Vicedo—, se encuentra actualmente desbordada. Con solo dos profesionales en activo, una pedagoga y una psicóloga, no cuenta en estos momentos con logopeda, y las listas de espera ascienden a cerca de 43 menores. La falta de medios y de personal cualificado, sumada a unas instalaciones que “dejan mucho que desear”, según denuncian las familias, está comprometiendo el acceso a la atención temprana de muchos niños y niñas con necesidades especiales.

ALTA SIN ALTA. María, madre de uno de los usuarios del servicio, asegura que la situación es “precaria” y lamenta que le dieran el alta a su hijo no por mejoría clínica, sino porque “terminó el contrato de la logopeda”. Este servicio, que busca favorecer el desarrollo infantil entre los 0 y los 6 años mediante terapias como logopedia, fisioterapia o apoyo psicológico, es fundamental durante los primeros años de vida, pero en muchos casos no tiene continuidad más allá de esa edad.

POST-TEMPRANA. Precisamente, una de las principales reivindicaciones de las familias y de la Plataforma Loita —un colectivo gallego que defiende los derechos de los niños con diversidad funcional y de sus familias— es la puesta en marcha de una atención post-temprana que cubra por lo menos hasta los 14 años. “No es justo que se corte el apoyo a los seis años, cuando muchos problemas se hacen aún más evidentes a partir de esa edad”, señalan desde la plataforma. “La plasticidad cerebral no espera. Las terapias van contra el reloj”, advierten.

Desde Loita, nacida en 2023 en Pontevedra, llevan meses reclamando la aplicación efectiva del decreto gallego de Atención Temprana y su ampliación. Piden también que se garanticen plazas públicas suficientes para evitar que las familias tengan que recurrir al sector privado, algo que no todos pueden permitirse. “El futuro de estos niños depende de las decisiones que se tomen hoy”, subrayan.

COMPETENCIAS. Mientras tanto, el Ayuntamiento de Burela, que gestiona el servicio desde el año 2006 a través de convenios con los otros siete municipios, insiste en que la situación actual es insostenible. La atención de los menores viene derivada directamente desde los centros de salud, la fisioterapeuta depende del SERGAS, e incluso las aplicaciones informáticas utilizadas pertenecen a la sanidad autonómica. “Estamos gestionando un servicio sanitario desde los ayuntamientos, y eso no tiene sentido”, apuntan desde la administración local.

El gobierno municipal asegura estar tramitando un nuevo programa que les permita contratar de nuevo a una logopeda, aunque solo sería por nueve meses. Recuerdan que las plazas de psicóloga y pedagoga fueron estabilizadas en 2024, y que la plaza de logopeda ya ha sido incluida en la propuesta de Relación de Puestos de Trabajo, actualmente en negociación. Sin embargo, consideran que la solución pasa por que la Xunta asuma directamente este servicio, integrándolo en el sistema público de salud.

“Los ayuntamientos hacemos lo que podemos, pero esto nos desborda”, reconocen. “No podemos permitir que Burela esté saturada mientras otros miran para otro lado. Es hora de actuar”. Por eso, desde el Ayuntamiento hacen un llamamiento a los demás municipios de la comarca para que soliciten subvenciones y pongan en marcha sus propias unidades, con la intención de descongestionar la demanda.

Además de la ampliación de la edad de cobertura, las familias reclaman también la incorporación de otros perfiles profesionales clave, como terapeutas ocupacionales, y la presencia estable de un neuropediatra en el Hospital da Mariña. “Hablamos de necesidades reales que afectan a la vida diaria de los niños y de sus familias. Servicios esenciales, no complementarios”, insisten.

INVISIBLES. Algunas familias critican que, pese a las reiteradas llamadas de atención, muchas administraciones siguen sin priorizar estas cuestiones. “Muchos alcaldes hablan antes de las residencias de mayores que de nuestros hijos. Y nosotros decimos: los niños no votan, pero también cuentan”. Y añaden con rotundidad: “Por los que ya están y por los que vendrán, no vamos a parar. Nunca”.

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