El mejor percebe, el de A Mariña?
Durante el mes de julio, Xove y Rinlo acogen sendas fiestas de exaltación de este producto del mar, uno de los más apreciados.
En la Marina Lucense disfrutamos con las celebraciones. Muestra de esto son las numerosas fiestas que en este destino tienen lugar al largo del año con todo tipo de temáticas: religiosas, gastronómicas o culturales. Pero uno de los productos más apreciados en la gastonomía mariñana es el percebe. Y no es para menos ya que este crustáceo nace en las rocas de las costas, donde el agua del océano bate con fuerza y los percebeiros se aventuran en su recogida, prácticamente jugándose la vida. Por eso, en varios puntos de la comunidad celebran este exquisito manjar.
En Xove esta fiesta gastronómica celebrara a mediados de julio, y cumplió en el año 2019 su octava edición. Está organizada por la Asociación de Festejos a Medorra y el Ayuntamiento, y reparte en cada edición más de 1.500 raciones, alrededor de cuatrocientos kilos de este apreciado marisco.
También en Rinlo se celebra la fiesta del percebe de la mano de la agrupación de mariscadores de Rinlo y en el año 2019 alcanzó la decimosexta edición y repartieron sobradamente los 750 kilos que había preparados para ofrecer.
Estas dos fiestas se llevan a cabo en carpas instaladas para la ocasión, y el producto procede de las lonjas de la zona donde se venden los más grandes y mejores percebes de los acantilados de la Mariña y Ortegal. La fiesta comienza a mediodía y dura toda la jornada, alternando distintas actividades como charangas, discoteca, actividades infantiles, talleres y teatro. Además cada año cuenta con más afluencia es mayor participación del vecindario de la Mariña.
El percebe gallego, debido a la riqueza nutritiva de las aguas de Galicia, es más grueso y oscuro que lo de Marruecos, y tiene la uña más rojiza y con menos placas que el percebe del Canadá que es de otra especie parecida, haciendo toda esta suma que sea de una gran calidad.
Los percebes de la Mariña son una auténtica delicatessen pues son recogidos en su gran medida en los acantilados de las costas del municipio y tienen un enorme sabor a mar.
Esta alta calidad del producto tiene que ver con las zonas en las que se creían de mucho oleaje, lo que hace que adquieran uno calibre más grueso y de menor longitud para mantenerse agarrados a las rocas, que los convierte a su vez en una exquisitez.
El maestro Álvaro Cunqueiro decía en su libreo A cocina gallega que “agora andan moi escasos, e máis caros que a langosta ou a centola, ou as ostras. Os que ún chega a xantar son pequeneiros, apenas se pode levar á boca máis que unha miñoquiña colorada, e todo o que se para é auga salada. Pero de cando en vez, de San Cibrao, dos farallóns orteganos, do Fisterre ou de Corrubedo, chegan á mesa na que está ún sentado uns percebes coma o pulgar dun carpinteiro... eses percebes xustifican unha longa espera, unha golosa espranza”.
