El Gobierno local de Mondoñedo reprocha al BNG su crítica a los Presupuestos de 2026
El Gobierno local de Mondoñedo respondió a la valoración realizada por el BNG tras su voto en contra de los Presupuestos Municipales de 2026, asegurando que la postura del grupo nacionalista “demuestra o un profundo desconocimiento de las cuentas de este ayuntamiento, algo preocupante a estas alturas, o una intención deliberada de generar ruido por mala fe”.
El ejecutivo recordó que, durante la etapa en la que el BNG gobernó, Mondoñedo estuvo sometido a un plan de ajuste, con dificultades para garantizar las nóminas, los pagos a proveedores y sin capacidad para aprobar unos presupuestos propios, que se mantenían prorrogados. Añadió además que en aquel período se acumuló una deuda de 1,5 millones de euros, que el actual gobierno afirma haber saldado en cuatro años, hasta alcanzar la situación actual de deuda cero.
Según el Concello, la realidade é agora “completamente distinta”. Destacan que Mondoñedo es uno de los primeros municipios de la provincia en aprobar las cuentas del próximo año y que acumula una década aprobando los presupuestos de forma continuada, “garantizando estabilidad y protegiendo los servicios públicos”. Subrayan también os avances en materia laboral, con la firma de un convenio colectivo —“uno de los pocos existentes”— y con la actualización de la Relación de Puestos de Trabajo, una demanda que, según indican, llevaba años sin atenderse.
El Gobierno local asegura que el BNG “no puede dar lecciones”, al no haber presentado ninguna propuesta durante el proceso de elaboración de los presupuestos: “Tuvieron la oportunidad de formular aportaciones y no lo hicieron ni una sola vez”, apuntaron, atribuyéndolo a “falta de interés o de trabajo”.
El ejecutivo critica también la gestión económica del BNG cuando estaba en el gobierno, recordando que contrató una empresa de contabilidad “que no sirvió para nada, suponiendo una pérdida de tiempo y de recursos públicos”. En contraposición, afirman que el actual equipo “saneó las cuentas, cerró saldos pendientes y pagó todo lo que quedaba por resolver”.
En cuanto al gasto en fiestas, el Concello defendió su colaboración “responsable” con cada asociación organizadora, teniendo en cuenta los recursos disponibles y buscando financiación en otras administraciones para apoyar los eventos. Critican que, durante el mandato nacionalista, “se bloqueasen iniciativas del tejido asociativo que hoy son un referente en la villa”, algo que consideran que sí representó un estancamiento.