El caso Tomé abre una crisis política y feminista en el PSdeG y provoca un cruce de críticas entre PSOE, PP y BNG

El supuesto caso de acoso sexual que implica a José Tomé, hasta el pasado viernes presidente de la Diputación de Lugo, provocó una fuerte crisis interna en el PSdeG-PSOE y generó reacciones políticas cruzadas en Galicia y nuevo durante el fin de semana y especialmente este domingo, cuando siete alcaldesas socialistas, encabezadas por la regidora de A Coruña, Inés Rey, junto con alrededor de 70 mujeres vinculadas al partido, firmaron un manifiesto en el que apoyan la dimisión de Silvia Fraga como secretaria de Igualdad del PSdeG, en desacuerdo con la gestión de la dirección ante estas denuncias.
Las firmantes defienden que la renuncia de Fraga es un acto de compromiso feminista y denuncian que los casos de acoso conocidos causan “estupor, vergüenza y desafección” con la organización. Reclaman una actuación firme, la protección de las víctimas y tolerancia cero frente a cualquier forma de violencia machista, advirtiendo de que quien oculte o relativice estas situaciones debe asumir responsabilidades.
Mientras, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, calificó el sucedido como un “espectáculo” del PSOE de Lugo y extendió la crítica al conjunto del socialismo, acusando también al BNG de “mirar para otro lado” por gobernar con ellos. Rueda contrapuso esta situación con la forma de hacer política del PP, centrada (dijo) "en el trabajo diario y lejana de los escándalos".
Por su parte, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, exigió al PSdeG explicaciones y responsabilidades por el caso Tomé y llamó a apoyar a las víctimas. Al mismo tiempo, respondió a las críticas del PP recordando que este “encubrió durante meses” a un exconselleiro acusado de agresión sexual, denunciando una doble vara de medir. Pontón insistió en que hay que actuar con contundencia “afecte a quién afecte” y seguir la evolución del caso en la Diputación de Lugo.