El Burela Club Surf: Un nuevo impulso para el surf en la villa

“El surf empieza cuando sales de casa con la tabla y no termina hasta que regresas: es más que un deporte, es una forma de vida que queremos compartir”
Por Ana Somoza
La cultura marinera de Burela siempre ha sido una de sus características más destacadas, pero a lo largo de los años, el surf pareció quedar a la sombra de otras tradiciones deportivas en la localidad. Sin embargo, hace aproximadamente un año y medio, nació el Burela Club Surf, impulsado por un grupo de aficionados al surf que querían cambiar esta realidad y acercar la práctica de este deporte a las nuevas generaciones del municipio.
Según uno de los fundadores, “nos dimos cuenta de que los pueblos de alrededor ya contaban con escuelas o clubes de surf, mientras que Burela, a pesar de su fuerte cultura marinera, no tenía ninguno”. Así, y tras varias conversaciones con la comunidad local, el club nació con un doble objetivo: no solo promover el surf, sino también compartir una visión única sobre este deporte. “El surf comienza en el momento en que sales de casa con tu tabla en busca de olas con amigos y no termina hasta que vuelves”, explica uno de los miembros fundadores, mostrando así la filosofía que define al club.


MOTIVACIONES Y ORÍGENES.
Una de las principales razones para la creación del Burela Club Surf fue la sensación de que la localidad no estaba acogiendo a una nueva generación de surfistas. “Antes de fundarlo, pensábamos que éramos de los más jóvenes en meternos al agua en Burela y que no había relevo generacional para los surfistas que comenzaron en la playa de A Marosa”, señala otro de los fundadores. La falta de continuidad en este deporte en las últimas décadas fue un factor decisivo para decidirse a fundar el club, con el fin de acercar el surf a la gente y evitar que tuvieran que desplazarse a otros lugares para practicarlo.
Con el tiempo, el club fue tomando forma y, actualmente, cuenta con cerca de 40 socios. Estos socios no solo participan activamente en actividades relacionadas con el surf, sino que también colaboran en la toma de decisiones dentro del club. “Organizamos cenas ocasionales y tenemos preparadas buenas novedades para este verano. Y, por supuesto, siempre estamos abiertos a nuevos miembros”, comenta uno de los miembros más activos. La acogida de nuevos surfistas y la ampliación de la comunidad local son claves para la sostenibilidad y crecimiento del proyecto.
LA EVOLUCIÓN.
La historia del surf en Burela no es nueva. De hecho, en las décadas de 1980 y 1990, la playa de A Marosa vivió tiempos de gran esplendor en cuanto a competiciones de surf. Las leyendas locales del surf, como Fran, Miguelón o Luis Benigno, fueron fundamentales para dar a conocer este deporte en Burela. “Sin ellos, quizás nosotros tampoco hubiéramos surfeado en Burela”, admite uno de los miembros del club, haciendo referencia al impacto de figuras clave del pueblo que llevaron a cabo muchas de las primeras giras competitivas y contribuyeron al dinamismo de la escena surfera local.
Sin embargo, a partir de los años 2000, la presencia de nuevos surfistas en Burela fue escasa. “Hemos notado que desde los años 2000 no han surgido muchos nuevos surfistas en Burela. Nuestra generación es una de las últimas que practica este deporte en el pueblo”, afirma uno de los fundadores. A pesar de la evolución del surf a nivel global y su gran popularidad, Burela pareció quedarse atrás en ese aspecto, lo que hizo que la creación del club fuese una respuesta necesaria para reactivar el movimiento surfeiro en la localidad.

ACTIVIDADES.
El Burela Club Surf no se limita a ser una simple entidad donde practicar surf. Su misión va más allá e incluye un importante compromiso con la formación y el desarrollo personal de cada miembro. “Organizamos diversas charlas con surfistas reconocidos, como Tony Butt, quien nos explicó cómo interpretar partes meteorológicos para elegir el mejor momento para surfear”, cuenta uno de los miembros. También se llevaron a cabo actividades de divulgación sobre las olas de Nazaré, con una charla de Eric Ribiere, uno de los expertos más respetados en la materia.
El club también es muy activo en iniciativas medioambientales, algo esencial en un pueblo como Burela, donde la relación con el mar y el medio natural es fundamental. “Realizamos actividades de concienciación medioambiental, porque entendemos que el surf y la naturaleza deben ir de la mano”, afirma uno de los fundadores. Dentro de esta línea de compromiso ambiental, el club también cuenta con un pódcast llamado Ventrecha Surfcast, donde se comparten experiencias e historias con surfistas y personas vinculadas al mundo marino. Aunque el foco principal del club es el surf, también se organizan actividades de surfskate —una variante del deporte que se practica sobre asfalto— y tienen previstos bautismos de surf para quienes quieran iniciarse en este deporte.
RELACIÓN CON EL TURISMO.
En cuanto al impacto del surf en la economía local, los miembros del club son cautos. “Aún no podemos responder con certeza a esta pregunta. Llevamos poco tiempo como club y el primer año lo centramos en la burocracia y en la organización interna”, asegura uno de los miembros. Sin embargo, el club espera que en el futuro, cuando su actividad sea más conocida, el surf se convierta en una atracción turística que genere un impacto positivo en la localidad.
“El surf puede ser un motor para el turismo sostenible y respetuoso con nuestras playas. Nuestra idea no es masificar las playas, sino que el surf se convierta en un recurso que favorezca la economía local sin destruirla”, destacan. Aunque el surf está creciendo, muchos miembros del club aseguran que no quieren que Burela se convierta en un destino masivo de surfistas. “Sinceramente, esperamos que no. El surf es un deporte que implica conexión con el entorno y con la gente. En una playa pequeña como las de Burela, si hubiese demasiada afluencia, se perdería esa esencia”, explica uno de los fundadores.
En cuanto al apoyo institucional, el Burela Club Surf no deja de agradecer el respaldo recibido por parte del Concello. “El Concello de Burela no solo nos animó a seguir adelante con el proyecto, sino que también nos asesoró y ayudó en la organización de actividades”, afirman, lo que subraya la importancia de una buena relación entre el club y las autoridades locales.
EL FUTURO.
De cara al futuro, el club tiene grandes ambiciones. “Nuestro objetivo principal es mantenernos en el tiempo y conseguir que cada vez más personas locales se acerquen al mundo del surf. Sabemos que un club es una carrera de fondo más que de velocidad, por lo que vamos paso a paso, intentando hacer las cosas bien”, afirma uno de los miembros.
Las perspectivas son buenas, pero el club sabe que el camino debe ser un proceso gradual, trabajando poco a poco para consolidarse como una entidad de referencia para los surfistas locales. En cuanto a futuros proyectos, la dirección del club mantiene en secreto algunos detalles. “Algo tenemos en mente, pero por ahora preferimos mantenerlo en secreto”, comentan con una sonrisa misteriosa. Por último, para quienes aún no se han decidido a probar el surf, los miembros del club no dudan en animarlos. “Si no quieren pasar los próximos años mirando partes meteorológicos a todas horas, ¡mejor que no lo prueben!”, dice entre risas uno de los fundadores. “Pero en serio, el surf es una experiencia única. Te ayuda a desconectar, mejorar el equilibrio y conocer gente con buena energía. No necesitas ser un experto, solo tener ganas de probarlo y pasarlo bien”.
El Burela Club Surf sigue creciendo, y poco a poco, va dejando huella en el panorama local, tanto en lo deportivo como en lo social, además de ser un estímulo para recuperar la tradición surfera del pueblo. Su historia, aún reciente, se está construyendo con pasos firmes y una visión clara: ofrecer surf y, sobre todo, generar comunidad.