El Ayuntamiento de Foz tiene una nueva centenaria, un siglo de vida de doña Maruja
Conocida como doña Maruja, María Esther López-Leitón Otero es vecina de Foz y centenaria. El alcalde, Fran Cajoto, y la concejala de Servicios Sociales, Ana Rojo, visitaron la casa de quien fue directora de la primera guardería de Foz durante 38 años.
Ana Rojo explica que “desde este pasado domingo el Ayuntamiento de Foz cuenta con una nueva centenaria: la señora María Esther López-Leitón Otero, conocida como doña Maruja, la hija del boticario. Doña Maruja fue una mujer adelantada a su tiempo, inteligente, con carácter, independiente, con mucha resiliencia, comprometida y con gran trascendencia en Foz. Quedó viuda con 34 años, con dos niños pequeños, de 4 y 7 años. Una mujer pionera que consiguió superar las barreras en una época y un contexto social dominado por hombres y marcado por un profundo patriarcado. La avalan sus 38 años como directora de la primera guardería que hubo en Foz, donde cientos de niños y niñas estuvieron a su cargo, bajo su responsabilidad. Por todo esto, cabe destacar la aportación y relevancia que como mujer dejó marcada en el pueblo de Foz”.
Ana Rojo recuerda que eran tiempos difíciles, en los que a las mujeres se les prohibía abrir cuentas bancarias sin la autorización de su marido, padre o tutor; tampoco podían comprar un inmueble o comparecer en un simple juicio, entre otras restricciones. Por eso, considera necesaria la visibilización de estas mujeres, a las que el rol asignado era el cuidado del hogar, de los hijos, de enfermos o las labores del campo, unos roles de sometimiento y obediencia. Las propias leyes las discriminaban por su género.
La concejala de Servicios Sociales añade: “Hoy doña Maruja cumple un siglo de vida. Se declara muy coqueta, siempre le gusta estar bien arreglada, con su collar de perlas y el carmín rojo en sus labios. Rodeada de sus hijos, Isabel y Manolo, nos recibió con una sonrisa y una luz especial en sus ojos de color azul, que tanto han visto. Fue un honor para nosotros, como alcalde y concejala, poder rendirle este pequeño homenaje. Quedamos impresionados y sorprendidos por su lucidez y desenvoltura, con una excelente memoria nos relató episodios de su vida con todo lujo de detalles. Y no faltó el dulce pastel de cumpleaños y el brindis con cava. Le deseamos muchas felicidades, mucha salud y que siga tan lúcida y llena de energía como ahora. Queremos agradecerle, una vez más, la hora que nos dedicó en su casa, rodeada de quienes más quiere, su familia. ¡Muchas felicidades, doña Maruja!”.