Debate abierto en Galicia sobre la nueva ampliación de la moratoria del eucalipto hasta 2030

La decisión de la Xunta de Galicia de ampliar hasta el año 2030 la moratoria del eucalipto ha generado un intenso debate en el país entre el Gobierno gallego y las organizaciones agrarias y ecologistas. La medida, anunciada el pasado 16 de octubre por la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, llega acompañada de nuevas flexibilizaciones destinadas —según el Ejecutivo autonómico— a aumentar la productividad forestal, combatir el abandono del monte y garantizar la sostenibilidad del sector.
En la rueda de prensa celebrada en Santiago, Gómez explicó que la ampliación de la moratoria busca “producir más y mejor en menos superficie”, promoviendo un equilibrio entre rendimiento económico, protección ambiental y cohesión social en el ámbito rural. La titular de Medio Rural estuvo acompañada por el secretario general de la Oficina de Coordinación Económica de la Presidencia, Juan Carlos Reboredo, y por el director general de Planificación y Ordenación Forestal, José Luis Chan.
Entre las novedades, la Xunta permitirá nuevas plantaciones de eucalipto en sustitución de otras ya existentes, siempre que la parcela original se reforeste con coníferas o frondosas y que la nueva repoblación no supere el 75% de la superficie inicial dedicada al eucalipto. Además, por primera vez, estas sustituciones podrán realizarse entre titulares diferentes, lo que supone una modificación relevante de la normativa actual.
También se introducen medidas específicas para los propietarios de pinares afectados por la banda marrón, una enfermedad que está causando importantes pérdidas. Durante un turno de corta, se permitirá la sustitución de hasta el 50% de los pinos eliminados por eucaliptos, mientras que el 50% restante deberá reforestarse con coníferas o frondosas. Según Gómez, se trata de una “medida puntual y excepcional” destinada a dar respuesta a una emergencia fitosanitaria.
La conselleira destacó que el Gobierno gallego invertirá 1,4 millones de euros en investigación y tratamientos para combatir esta enfermedad, y que el conjunto de medidas se enmarca en el Plan Forestal de Galicia, con el objetivo de avanzar hacia un modelo más equilibrado. Además, insistió en que se reforzarán las acciones para eliminar los eucaliptos ilegales en la Red Natura y en las franjas secundarias de protección, fomentando el uso de frondosas y coníferas autóctonas.
Críticas del Sindicato Labrego Galego
La respuesta al anuncio de la Xunta no se hizo esperar. El Sindicato Labrego Galego – Comisións Labregas (SLG-CCLL) calificó la medida como una “trampa de la moratoria” y advirtió de que no existe voluntad política ni recursos suficientes para reducir la superficie ocupada por el eucalipto en Galicia.
En un comunicado difundido el 17 de octubre, el coordinador del área de montes del sindicato, Diego Sánchez Agra, lamentó que la decisión se tomara “sin convocar el Consello Forestal de Galicia”, y acusó a la Consellería do Medio Rural de mantener una política continuista que “sigue favoreciendo los monocultivos forestales en detrimento de la producción agraria y la biodiversidad”.
El SLG subraya que muchas de las hectáreas de eucalipto ocupan tierras de uso agrícola, en un contexto en el que Galicia cuenta con una Superficie Agraria Útil (SAU) del 20%, frente a una media europea cercana al 40%. La organización considera que incrementar la flexibilidad de la moratoria sin aplicar mecanismos de control efectivos solo servirá para perpetuar la expansión de esta especie, que ya ocupa amplias zonas del territorio, muchas de ellas plantadas de forma ilegal.
El sindicato también advirtió de los riesgos ambientales y sociales asociados al avance del eucalipto, recordando los incendios forestales registrados este verano y las tragedias vividas en lugares como Chandebrito o Portugal. “Aumentar la superficie de eucalipto va en dirección contraria a los compromisos de la propia Xunta, que en la Ley de Recuperación de la Tierra Agraria se comprometió a incrementar la superficie agrícola”, señalan.
Además, el SLG alerta de que el nuevo sistema de intercambio de derechos de plantación entre propietarios podría abrir un “nuevo espacio de especulación con la tierra” y favorecer prácticas opacas sobre parcelas con plantaciones ilegales o situadas en zonas protegidas.
En palabras de Sánchez Agra, “pensar que la sustitución del pino insigne por eucalipto va a salvar el sector maderero es una visión corta y sin futuro, que demuestra la falta de criterio técnico y político para afrontar los retos del monte gallego”.
Un debate que continúa
La ampliación de la moratoria del eucalipto y sus flexibilizaciones dejan sobre la mesa un debate de fondo sobre el modelo forestal que Galicia necesita. Mientras la Xunta defiende que estas medidas suponen un paso hacia la gestión sostenible y productiva del monte, el movimiento agrario y ecologista insiste en que sin cambios estructurales, control efectivo y planificación a largo plazo, el resultado será la consolidación de un modelo forestal basado en el monocultivo y la especulación.
El futuro del monte gallego continúa, así, en el centro del debate político, ambiental y económico del país.