La transformación permitirá que la vecindad recupere, en forma de arte público, una parte muy querida de su memoria colectiva. La alcaldesa adelanta que el conjunto llegará a Burela a finales de mes: “Estoy deseando tener las piezas ya en la villa para que todas y todos podamos disfrutarlas.”
Burela impulsa una nueva escultura con el castaño centenario tras el incendio que destruyó la primera pieza
AMariñaXa
El artista Carlos García trabaja ya en una segunda creación realizada con los restos calcinados del árbol símbolo de la ruta circular del Cinoche

20 Nov 2025
El Ayuntamiento de Burela ha dado un paso más para recuperar el simbolismo del castaño centenario del camino de Cinoche al anunciar la elaboración de una nueva escultura creada a partir de los restos calcinados de la pieza anterior. El artista Carlos García, autor de la primera obra, ya trabaja en esta segunda intervención, que contará con una base de hormigón más amplia y reforzada para garantizar mayor estabilidad.
El proyecto, desarrollado por el escultor Carlos García, mantendrá la esencia del encargo inicial —convertir el árbol en un espacio para sentarse—, pero en esta ocasión incluirá varios elementos, motivo por el cual fue necesario ampliar la solera de hormigón donde se instalará.
La decisión llega menos de un mes después de que la primera escultura —un banco elaborado con la madera del propio castaño— apareciera quemada a finales de julio, un acto que generó una fuerte indignación entre los vecinos. La pieza, inaugurada el 9 de julio, funcionaba como punto de descanso y mirador para los usuarios de la ruta circular y había tenido una notable repercusión desde su presentación.
La memoria del castaño sigue siendo el hilo conductor de este proyecto municipal. El ejemplar, derribado en febrero de 2024 por las fuertes rachas de viento de la borrasca Karlotta, era un elemento muy apreciado tanto por los residentes como por los visitantes, que acostumbraban a detenerse bajo su copa. Por ello, el Ayuntamiento buscó alternativas desde el primer momento para preservar su valor simbólico y mantener vivo el recuerdo de un árbol que se había convertido en un emblema local.
La concentración convocada en el lugar de los hechos tras el incendio reflejó el apoyo ciudadano a esta iniciativa. Ahora, con la creación de la nueva escultura, el Ayuntamiento aspira a que esta segunda pieza se convierta en un símbolo de resistencia y continuidad, además de un espacio de descanso para quienes recorren la zona.