Asociación de Vecinos de Xuances: “Aquí es vida, tradición, tierra, familia y futuro”

Por Ana Somoza.
En Xuances, una pequeña parroquia del ayuntamiento de Xove, la vida rural resiste gracias al compromiso de sus propios vecinos. La Asociación de Veciños de Xuances, fundada hace casi treinta años y actualmente en plena etapa de renovación, trabaja para frenar la despoblación recuperando fiestas, organizando eventos gastronómicos y reforzando la identidad local.
INICIOS. En Xuances, parroquia del Ayuntamiento de Xove, la vida sigue latiendo gracias a la fuerza de una asociación vecinal que no se resigna a ver cómo se apaga su entorno rural. Daniel, el actual presidente de la Asociación de Veciños de Xuances, explica que la entidad nació en 1996 con un objetivo claro: “mejorar la calidad de vida del vecindario, velar por los intereses de la parroquia y servir de puente entre los vecinos y las diferentes administraciones”.
Aunque reconoce con humildad que cuando se fundó la asociación él “aún no había nacido”, destaca que está viviendo un momento de “renacimiento” ante las nuevas necesidades de la población. Explica que los tiempos han cambiado y que ahora resulta imprescindible “profundizar en el ámbito social y cultural”, buscando mantener “viva, activa y dinámica la vida en el rural”. Este espíritu marca la nueva etapa de una entidad que, tras casi tres décadas de historia, no quiere limitarse a gestionar servicios, sino revitalizar la vida comunitaria.
VALORES. La vida en Xuances es, para Daniel, “muy familiar, con un profundo arraigo a la tierra y un enorme respeto por las tradiciones”. Recuerda que antiguamente los eventos sociales se vinculaban al trabajo colectivo: “la siembra, la malla, el molino...”. Hoy, reconoce, esas tareas ya no se hacen como antes, pero desde la asociación buscan fomentar “la cooperación y la interacción social entre los vecinos, como se hizo toda la vida, aunque las formas sean distintas”.
ACTIVIDADES. La entidad retoma ahora una agenda de actividades que había quedado adormecida. Daniel destaca el trabajo de la anterior directiva, encabezada por Balbino García, Casemiro Pernas y Dora López, que “sostuvieron la asociación en tiempos complicados durante la pandemia de la Covid-19”, evitando su desaparición. Ahora, con la nueva directiva, buscan crear “un calendario de actividades para todo el año”, con eventos que fomenten “la interacción entre los vecinos y la dinamización de la vida rural”.
Entre las propuestas más destacadas está la recuperación de la “Fiesta en Honor a San Pedro Fiz”, celebrada en la ermita de Ceranzos. “La recuperamos este año; no se celebraba desde 2019”, explica con orgullo. Se trata de una fiesta con “profunda tradición y devoción”, que atrae a personas “de distintos puntos de la comarca”, incluso caminando hasta la ermita tras dejar el coche el día anterior.
Además, la asociación organiza eventos gastronómicos en los que logran reunir cerca de cien personas: “nos juntamos a comer y pasamos unos días en comunidad”. Su sueño sería recuperar fiestas tradicionales como la malla, aunque reconoce que “Roma no se hizo en un día” y prefieren avanzar “paso a paso”.

IMPLICACIÓN VECINAL. “Sin los vecinos nada sería posible”, afirma Daniel. Reconoce que al principio percibieron cierta apatía, pero con el paso de los meses el entusiasmo fue creciendo. “Cada vez observamos mayor aceptación por parte de la gente, lo que parece indicar que vamos por el buen camino”, dice. Eso sí, advierte que “es pronto para juzgar” y que deberán seguir trabajando para consolidar esa tendencia.
NUEVOS PROYECTOS. A corto plazo, el foco está en la organización de la fiesta de San Pedro Fiz. Pero hay ideas que laten en el fondo: “nos gustaría mantener y preservar el patrimonio material e inmaterial de la parroquia”. Piensan en recopilar “los testimonios de nuestros mayores”, para evitar que se pierdan. Con prudencia, insiste en que “no hablaremos antes de tiempo”: serán proyectos que irán anunciando cuando llegue el momento.
RELACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO. La relación con las administraciones es “necesaria e inevitable”. En el caso del Ayuntamiento de Xove, Daniel subraya que “siempre nos brinda el apoyo necesario, como hace con el resto de asociaciones del municipio”. Con las demás administraciones reconoce que “lleva dos días” en el cargo, pero espera que exista también esa “voluntad de colaborar con los vecinos”.
DESAFÍOS DEL RURAL. En Xuances, como en otras aldeas gallegas, la despoblación sigue siendo el mayor desafío. Daniel recuerda que “tuvimos algún núcleo que llegó a quedarse deshabitado”, tras épocas en las que “contaban con más de cincuenta vecinos”. Sin embargo, algunas de esas aldeas volvieron a poblarse. Según él, esto se debe a un cambio de prioridades: “hay mucha gente que se va a vivir al rural”.
También apunta a la llegada de personas de otras partes de España, que eligen Xuances para pasar el verano, atraídas por un clima amable y una tranquilidad “impensable en la ciudad”. La asociación quiere contribuir a ese resurgir, “dentro de nuestras posibilidades”, mediante “la dinamización de la vida rural”, haciendo atractiva la vida allí. “Debemos fomentar y tratar de mantener el repoblamiento”, insiste.
EL PAPEL DE LAS ASOCIACIONES. Para Daniel, el papel de las asociaciones vecinales sigue siendo esencial en el rural gallego. Las define como “motores de dinamización social y cultural” y como herramientas que pueden “influir en el desarrollo local, proponiendo ideas, gestionando proyectos y sirviendo de puente entre el vecindario y las administraciones”. Señala que son “espacios de democracia real y de acción directa”, donde los vecinos pueden organizarse y tomar decisiones.
JUVENTUD Y MEMORIA. La juventud debe ser el futuro del rural, pero reconoce que “hoy en día es complicado desarrollar una vida aquí”, por la escasez de empleo y por la tendencia de la sociedad a concentrarse en las ciudades. “Tendremos que trabajar en ese ámbito”, admite.
También piensan en recuperar la memoria de los mayores, como ya comentó al hablar de futuros proyectos. No quieren que se pierdan esas historias, esas experiencias que forman parte del patrimonio inmaterial de Xuances.
CÓMO SUMARSE. Daniel anima a los vecinos a acercarse a la asociación. “Sumarse es muy fácil: basta con proponer ideas o colaborar en las actividades”. A quienes aún no participan, lanza un mensaje claro: “la parroquia también es responsabilidad suya, y todo lo que se hace, se hace pensando en todos”. Cuanto más se implique la gente, “más fuerte será la comunidad”.
Actualmente cuentan con “55 casas asociadas”, lo que supone “el 60 % de la población de la parroquia”. Un dato que contrasta con los inicios: “cuando se empezó hace casi 30 años participaban unas 10 personas”. El crecimiento es evidente, pero el objetivo es seguir sumando.
UN SUEÑO: UNA PARROQUIA VIVA. El gran sueño de la Asociación de Veciños de Xuances está claro: que la parroquia siga viva. “Queremos una parroquia llena de vida, con los servicios básicos cubiertos, con gente joven, con actividad cultural y con el orgullo de pertenecer a un lugar que cuida sus raíces”. Daniel concluye con un deseo sincero: “me gustaría volver a ver una parroquia llena de gente, porque es cierto que vivimos en un lugar hermoso, pero sin gente no dejaría de ser uno más”. Cuando se le pide que defina Xuances en pocas palabras, responde sin dudar: “Xuances es vida, tradición, tierra, familia y futuro”.